Las deudas (saldadas) de Sevilla

 Sevilla, la gran capital menos endeudada

Sevilla es la capital que más deuda ha reducido según lo publicado ayer por el Banco de España

J.Alonso y J.Cuesta/El Correo de Andalucia/

 El mismo día que el Ayuntamiento aprobaba su nuevo plan de saneamiento y una operación de refinanciación de sus créditos para obtener liquidez en 2011, el Banco de España difundió todos los datos disponibles sobre la capacidad económico-financiera de las administraciones públicas en el marco de las estrategias del Gobierno central dirigidas a los mercados. Y el resultado volvió a ser favorable para el Ayuntamiento de Sevilla. Su deuda, de 491 millones de euros en el tercer trimestre de 2010, es la más baja de las seis grandes capitales españolas, aunque en relación con el número de habitantes quedaría en segundo lugar tras Barcelona. Es, además, con respecto al segundo trimestre, la ciudad de más de 500.000 habitantes con un mayor descenso de la deuda: 18 millones menos, el 5,3%. 

El Consistorio paga ahora 7,3 millones de contratos antiguos

 
 Una carretilla con centenares de documentos y una mesa repleta de expedientes presidieron ayer el salón de plenos. Ante el inminente cierre del ejercicio y del mandato, el Consistorio afrontó ayer 7,2 millones de euros pendientes de pago por distintos contratos suscritos con proveedores, sin previo concurso público, algunos pendientes de abono desde hace cuatro años. Entre los servicios que se pagan ahora figuran seis millones en inversiones del plan de barrios ejecutadas por Urbanismo o modificaciones en los gastos de señalizaciones de los carriles bus instalados durante los últimos ejercicios.

«Por fin se salda la deuda con nosotros»

«Por fin se salda la deuda con nosotros y con el público de Sevilla, que pese a las malas condiciones del mercado durante 37 años no nos ha abandonado», agradece Domingo. Este frutero tiene ahora 64 años «largos», hizo el bachillerato por libre en San Isidoro cuando el puesto le dejaba algo de tiempo y se mudó al mercado provisional cuando sólo llevaba un mes de casado. Ya tiene tres hijos: una profesora, una administrativa y un ATS, así que no ha tenido que enseñar su profesión a ninguno de ellos. Con casi 52 años de trabajo en el cuerpo, admite que la profesión es «muy dura». Son demasiados años con un horario inhumano: «De 3 de la madrugada a 4 de la tarde».

 

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