Fundación Focus-Abengoa broadened Centro Velazquez’ collection with the temporary addition of Zurbaran’s Santa Isabel de Turingia (Saint Elisabeth of Thuringia), property of the Bilbao Fine Arts Museum, which took place last Saturday. The Bilbao Fine Arts Museum and Fundación Focus-Abengoa reached an agreement to show the Zurbarán painting at the Centro Velázquez for the same 6-month span that the Young Murillo exhibition is scheduled to last, and which will be opening next Monday, 19 October, at the Bilbao Fine Arts Museum, to then move to the Fine Arts Museum of Seville.
The Fundación will lend its Murillo’s Santa Catalina painting (circa 1650) , a piece of work that was recently recovered from Marshal General Soult’s loot. Thus, and thanks to the outstanding relationship that binds both institutions, which started with the «From Herrera to Velázquez. Early naturalism in Seville» exhibition, a wider audience will be able to enjoy both canvases outside their usual environments.Some authors claim that Zurbarán’s Santa Isabel de Turingia portrays Santa Eulalia, and that it is paired with Bilabo Museum’s Santa Catalina. Zurbarán conceived it as the pair of this latter painting. During the 17th century, it was typical for certain women who enjoyed a well-off social standing to have themselves portrayed sporting the characteristic qualities of the Saint whose name they bore, resulting in what professor Emilio Orozco Díaz came to call «retratos a lo divino» or «divine-like portraits».Centro Velázquez considers this piece of work to be especially relevant, in the way that it clearly draws comparisons to Velázquez’s Santa Rufina, and that that they both illustrate the persuasion and devotion of these kind of saints by emphasizing their beauty and elegance. In Velázquez’s case, he portrayed a model who was a close acquaintance. On the other hand, Zurbarán’s painting highlights his unique gifts for delicacy and virtuosity in the treatment of fabrics. This quality, which can be appreciated in the embroidery, the damasks, and the taffeta, introduce us to one of the painters of the Golden Age who was most concerned with the idea of capturing the craftwork’s elegance and virtuosity.Zurbarán had already approached the topic of the martyr virgin Saints in an industrialized manner in a series of paintings intended for the New World, but these that depict them alone or in pairs embody the best qualities of the art of the painter from Fuente de Cantos. This painting, along with Santa Catalina, held at the Bilbao Museum, is regarded as one of the masterworks produced by his own hand alone, without the assistance of his workshop, a circumstance that wasn’t unusual at all in the series.The Focus-Abengoa Foundation was started in 1982 as a result of the cultural work begun in 1972 by Abengoa with the publication of the works Temas Sevillanos (Themes of Seville) and Iconografía de Sevilla (Iconography of Seville). A collection of documents, books and recordings on the Kingdom of Seville or by Sevillian authors was created at the same time. This initial cultural work showed Abengoa’s directors the importance of the company’s involvement in activities that directly benefit society, beyond its core technology based work, and this led to the creation of the Seville Cultural Fund Foundation.
La obra permanecerá en el Centro Velázquez durante seis meses, tras un acuerdo realiza con el Museo de Bellas Artes de Bilbao. El visitante que pase en estos días por el Centro Diego Velázquez de la Fundación Focus-Abengoa tendrá la ocasión de ver mano a mano dos grandes obras maestras del arte barroco español: el «Santa Rufina» de Velázquez, y «Santa Isabel de Turingia», de Zurbarán. Este último cuadro permanecerá en esta sede durante los próximos seis meses fruto de un acuerdo que han firmado Focus y el Museo de Bellas Artes de Bilbao. (…) Además, con esta obra el Centro Velázquez mostrará una visión más amplia de cómo evolucionó el retrato desde las pinturas que posee de Pacheco (aún de estética manierista) hasta el lienzo de «Santa Rufina» de Velázquez y la «Santa Isabel de Turingia» de Zurbarán. Estas dos últimas obras son contemporáneas.
Para algunos expertos «Santa Isabel de Turingia» -pintado hacia 1636- representa a Santa Eulalia, y hace pareja en el Museo de Bilbao con una Santa Catalina. Zurbarán la concibió como una pareja de la otra pintura. Según apunta el asesor científico del Centro Velázquez, Benito Navarrete, «al ser un cuadro que hacía pareja con el de «Santa Catalina», tiene mucha más calidad que cuando los artistas realizaban una serie». Asimismo, este experto comenta que es una obra «muy importante dentro de los llamados «retratos a lo divino», esto es, personas de aquel momento que se retrataban como santos». «No se sabe quién pudo ser la retratada, pero estoy seguro de que fue un encargo de un particular -apunta Navarrete-, porque se empareja con el cuadro de «Santa Catalina»».
Fruto del acuerdo al que han llegado Focus-Abengoa y el Museo de Bellas Artes de Bilbao, la institución sevillana ha cedido al centro vasco la obra «Santa Catalina» para la exposición «El joven Murillo», que tendrá un total de 42 obras y que desde el lunes se verá en Bilbao, inaugurándose en Sevilla el próximo 18 de febrero. Dicha exposición de «El joven Murillo» está compuesta por un total de 42 obras comprendidas entre el período de 1640 a 1655. En dicha exposición se podrán ver cuadros de Murillo muy notables como «El joven mendigo», que procede del Museo del Louvre, «La vieja hilandera» o «La vieja con cesta de huevos y gallo» (estos dos últimos cuadros jamás se habían visto en nuestro país).
Sobre el cuadro de Zurbarán que ahora expone Focus-Abengoa, Benito Navarrete destaca especialmente «la maestría de las telas, la elegancia sofisticada de la obra y el efecto persuasivo que provoca la imagen a través de esas ropas». Ese detallismo se nota en las calidades de los bordados, los brocateles, los damascos y el tafetán, que convierten a Zurbarán en uno de los artistas más preocupados en el Siglo de Oro por representar la elegancia y el virtuosismo artesano.
… En palabras de Benito Navarrete, «la diferencia es que la pincelada en Velázquez es más suelta con respecto a la de Zurbarán, que es más matérica y que tiende hacia lo escultural. De la libertad de Velázquez se pasa a la contención de Zurbarán». Eso, para este experto, hace que mientras que el autor de «Las Meninas» «es un pintor genial y evanescente, Zurbarán es más contenido». Otra semejanza que presentan ambas pinturas es que los dos artistas representaron a dos mártires que aparecen en los lienzos con una palma en la mano. En todo caso la colaboración entre Focus-Abengoa y el Bellas Artes de Bilbao podría traer más lienzos al Centro Velázquez en un futuro.
ANDRÉS GONZÁLEZ-BARBA. ABC SEVILLA 17-10-2009
30 octubre, 2009
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