¿Fascismo en la Universidad?

«Los ataques a dirigentes políticos en la Universidad o fuera de ella, impidiéndoles expresar sus ideas, además de una condena clara y rotunda, sin matices ni paliativos, imponen una reflexión crítica para detectar y atajar sus causas y concluir que la libertad, la tolerancia y el respeto al discrepante son valores indiscutidos que deben inspirar la conducta pública y privada de todos. Ante comportamientos fascistas no caben actitudes tibias ni términos medios, sino firmeza y claridad…/…

…/…La aparición de estas actitudes violentas debe llevar también a la reflexión a los responsables políticos. Deben ser conscientes de que sus manifestaciones, a veces desproporcionadas y excesivas, tienen una influencia en la ciudadanía que ni ellos mismos miden ni calibran; que su conducta puede ser inductora de actitudes irreflexivas e indeseadas. Por ello, en política no vale todo: ni la demagogia, ni la mentira, ni la manipulación deben tener espacio en ella; ni siquiera en las campañas electorales ni en los argumentarios de partido, porque a veces el argumento falso o demagógico se vuelve contra su autor. Porque no se trata de “machacar” al adversario, sino de convencer a la ciudadanía…/…

Antonio Ojeda en EL CORREO DE ANDALUCÍA

Vídeo :

Biblioteca Universitaria de Sevilla

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