Cambios

 

» Desde que el hombre existe, nuestro mundo no ha hecho sino cambiar. Nosotros mismos, nuestra sociedad, nuestra manera de ser y de estar, es producto de miles de cambios producidos con anterioridad. Lo que ocurre es que cambios y transformaciones que antes tardaban generaciones e incluso siglos en producirse, hoy tienen lugar en el plazo de décadas y hasta de años. El universo tecnológico que hace nuestra vida cotidiana bastante diferente de la de nuestros padres no es sino la punta del iceberg.

Otros cambios, mucho más profundos, a menudo nos pasan desapercibidos.
Por ejemplo, el mapamundi de este siglo parece que va a ser muy diferente del que aprendimos en el colegio. Pocos saben que actualmente el 45% de los graduados en carreras científicas y tecnológicas del mundo son asiáticos. El PIB mundial no ha hecho sino crecer en los últimos 30 años, pero la mayor parte ese crecimiento económico se ha producido en países que hace poco tenían una escasa importancia económica, como China, India o Brasil. El PIB de los países emergentes supone ya el 50% del mundial, aunque es evidente que el crecimiento mundial no ha servido para solucionar la pobreza, sino para incrementar las desigualdades.

La presión sobre las fuentes de energía y los recursos naturales, es un factor crítico. Como lo es el calentamiento del planeta, verdadero reto contemporáneo, cuyas posibles repercusiones han sido ya estimadas en una caída del 20% de la economía global. Todo ello está promoviendo ya cambios en el desarrollo de fuentes de energía renovables, y en la búsqueda de modelos productivos sostenibles, un camino que afortunadamente el gobierno de España se ha tomado en serio.

Por otra parte, la conexión instantánea entre los seres humanos está propiciando el surgimiento de redes, el intercambio de ideas y de información, y la capacidad casi ilimitada de interactuar entre nosotros en todos los campos imaginables (intelectual, económico, político, social,…). Los efectos de estos procesos son complejos, muy difíciles de ver y comprender en su integridad.

En definitiva, no hay casi ningún aspecto que analicemos que no nos hable, por tanto, de que nuestra generación va a conocer, está conociendo ya, importantes transformaciones de la sociedad humana. Si bien en esta ocasión los cambios, profundos o triviales, se deslizan entre nosotros y nuestro tiempo de manera mucho más sibilina, menos abrupta y menos traumática que en otras épocas. No hemos visto una Revolución Francesa, ni una Revolución Industrial ni, afortunadamente, grandes conflictos que hicieran de resortes para estos importantes cambios históricos.» (Enrique Hernández . Director del Plan Estratégico Sevilla 2020)

 Artículo completo en http://blogs.elcorreoweb.es/tribunas/2009/11/24/sevilla-y-los-cambios/