Querer es poder

 

mi padre y mi hijo

 A mi padre, hoy, en el veintitrés aniversario de su muerte, a los cincuenta y cinco años de edad.

 

“¡Querer es poder!”, reza el dicho popular que a veces escuchamos en boca de aquellos que nos aprecian para darnos aliento frente al reto o la adversidad. “Más hace el que quiere que el que puede”, es el argumento que a menudo pretende explicar cómo alguien ha logrado algo que parecía imposible dadas sus facultades, condiciones o circunstancias. Pero, ¿es cierto que querer es poder?, ¿realmente hace más el que quiere que el que puede?, ¿hasta qué punto la voluntad, la perseverancia, la fe y el propósito vencen a la adversidad y a las circunstancias desfavorables?

Quizá para dar respuesta a estas preguntas uno debería investigar las biografías de aquellas mujeres y hombres cuya vida ha generado una aportación significativa a la humanidad en el terreno de la ciencia, del arte, de la empresa o de cualquier otra disciplina. Si lo hacemos, nos encontramos con una amplia mayoría de casos en los que tal afirmación se sostiene y tiene sentido. Los ejemplos son abundantes, y nos muestran cómo, por ejemplo, Einstein y Edison fueron considerados retrasados mentales durante su infancia, incomprendidos y rechazados por un entorno que luego contempló perplejo cómo los frutos de sus talentos cambiaban para siempre el curso de la historia. O cómo los descubrimientos de Fleming, Pasteur, Servet, Copérnico y tantos otros les costaron desde la vida hasta el rechazo más contundente de sus coetáneos. Otros, como Mahatma Gandhi, Nelson Mandela, Martin Luther King o Teresa de Calcuta, han demostrado también con su vida que las utopías pueden tocar la realidad cuando el propósito y la voluntad son firmes y los principios marcan una clara dirección y sentido, no sin un terrible sufrimiento que sólo la confianza y la entrega absoluta a una causa mayor que uno mismo son capaces de vencer.

“Las cosas no son difíciles. Son difíciles porque no nos atrevemos”, dijo Séneca. La fuerza de voluntad, la fe y no tener miedo a fracasar son, en muchos casos, la clave del éxito incluso en las condiciones más adversas. Así lo propugna la psicología positiva, que se centra en la voluntad para desarrollar el potencial de cada uno»

ÁLEX ROVIRA CELMA/EL PAIS 04/06/2006/Cuando querer es poder

2 comentarios

  1. que foto más bonita…. dice muchisimo. las miradas y las sonrisas impactan.

  2. Que foto más bonita. Dice mucho. Las miradas y las sonrisas impactan.


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